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Eclesiástico
y político, hijo de acomodada familia de Revilla (Guerrero, Tamaulipas),
nació en dicha población. Cursa las primeras letras en su
pueblo natal y pasa después al Seminario de Monterrey donde recibe
el grado de bachiller en Derecho Canónico y Derecho Civil y se
ordena sacerdote. De regreso a su villa natal reparte el tiempo entre
la iglesia y una escuela de niños, con lo que aumenta su biblioteca.
Vista su abierta simpatía por la insurgencia al igual que su hermano
don José Bernardo,
puestas de manifiesto en una carta al caudillo y teniente general don
Mariano Jiménez, la respuesta de éste y la persecución
de que fue objeto la esposa y familia de su hermano. Se ocultó
en Linares en la casa de un pariente cercano, don José Antonio
Benítez y más tarde en los plieguez fragosos de la montaña.
Desde "desiertos inominados" escribió cartas al Cabildo
Eclesiástico y al Convento (marzo 31 de 1814) agobiado y hambriento
mal vestido y andrajoso "en la república de los brutos"
donde pasó tres años. El comandante Joaquín Arredondo
y Mioño y el obispo diocesano don Primo Feliciano Marín
de Porras le concedieron el indulto en lo civil y en lo eclesiástico
y el 22 de noviembre de 1814 fue levantado el embargo que existía
sobre sus bienes. Cuando estudiante había ejercido la cátedra
de Filosofía Moderna en el Seminario de Monterrey, vuelto del indulto
pasa un tiempo en Valle del Pilón (Montemorelos) y de allí
va a ocupar la Rectoría del propio Seminario. En este cometido
le sorprende la consumación de la independencia. El 22 de enero
de 1822 viaja en compañía del padre Miguel Ramos Arizpe
para representar a la Provincia de Nuevo Santander ante el Primer Congreso
Constituyente, siendo partidario del Iturbide libertador, pero enemigo
de la forma de gobierno de Imperio, afiliado en definitiva a las ideas
republicanas. El abrigaba la intención de regresar a su provincia,
"por el bien de su salud", como claramente se lo dice a su hermano
don Bernardo (carta del 12 de julio de 1823). A su regreso fue nombrado
Presidente de la Asamblea Legislativa (legislatura) habiéndole
tocado participar en el caso de Iturbide en el que salvó su voto
condenatorio, siendo el "padre conciliador" (confesor) de Iturbide
hasta el suplicio. Residió en San Carlos al lado de don José
Bernardo y su familia; escribía desde allí una exposición
en diciembre 14 de 1825 al muy Ilustre Ayuntamiento y ciudadanos de Revilla.
No se distinguió como orador, ya que en el Congreso Constituyente
en México sólo dos veces hizo oír su voz, pero a
su pluma se deben notables escritos como el Proyecto de Colonización cuyas ideas, al decir del ingeniero Marte R. Gómez, no han perdido
vigencia y que catalogan a Gutiérrez de Lara como el primer agrarista
de México. (Cfr. La Cuestión Agraria y los Primeros
Congresos del México Independiente, México, 1955, p.
20. Después de breve estancia en San Carlos, marcha de nuevo a
Revilla y hace frecuentes viajes a algunos pueblos circunvecinos como
Salinas, Victoria, Mamulique, Montemorelos, Cadereita, Capadero y otros
para cortar y medir las tierras de agostadero de esas municipalidades,
pues también se distinguió como agrimensor. Existe un pleno
de Pilón (Montemorelos) del que es autor. El 13 de mayo de 1841
murió su hermano José Bernardo, al que lo unieron lazos
de afecto y el hecho lo entristeció sobremanera; más tarde
soportó la muerte de su cuñada "Chepita" dedicándose
después a prodigar atenciones a las familias de sus sobrinos que
le llamaban cariñosamente "Tata padre". "Héroe
ignorado" le llama su biógrafo don Lorenzo de la Garza. Escribió
numerosas cartas y proclamas y desde luego Proyecto de Colonización ya aludido; enumeraremos: Proyecto de Colonización presentado al
H. Congreso Constituyente de la República Mexicana en la sesión
del 20 de agosto de 1822; Exposición a don Agustín de
Iturbide (1822); Proclama a los habitantes de Santander (1822); Exposición al M. I. Ayuntamiento y demás ciudadanos
de Revilla (1825); Se desea la felicidad (1842). (Lorenzo
de la Garza; Dos Hermanos Héroes (1839); Gabriel Saldivar; El Primer Diputado tamaulipeco al Congreso General don José
Antonio Gutiérrez de Lara (1942); Carlos González Salas; Historia de la Literatura en Tamaulipas, T. I, pp. 101-114. (Fuente:
Zorrilla, Juan Fidel y Carlos González Salas. Diccionario Biográfico
de Tamaulipas, Ciudad Victoria, Tam., Universidad Autónoma
de Tamaulipas, Instituto de Investigaciones Históricas, 1984, 222
p.) |